Tu voz no sólo trabaja cuando cantas, si no también cuando hablas.
Es por eso que debes cuidarla en cualquiera de las dos situaciones en la que la estés usando.
A veces, sentimos nuestra voz cansada, y pensamos que esto se debe a la forma en la que cantamos, pero a veces, también puede tener que ver con el uso que hacemos de la voz a la hora de hablar.
Te pongo mi propio ejemplo: hace cosa de 1 año y medio, sufría desgastes de voz frecuentes, me sentía tremendamente agotada cuando iba a cantar, daba una media de 8 o 9 horas de clases de canto al día.
Al visitar una logopeda, me comentó que quizá el problema no estaba en cómo cantaba, si no en cómo hablaba. Ya en nuestra primera sesión nos percatamos de que el volumen con el que hablaba era excesivo, le hablaba a una persona como si quisiese dirigirme a 10, y menudo desgaste.
Al regular mi volumen me di cuenta de que cada vez me cansaba menos, hasta que recuperé mi voz al 100%.
Es por eso que, no sólo debes vigilar la forma en la que cantas, si no sobre todo en la que hablas, ya que pasamos más tiempo hablando que cantando.