Practicar los Riffs despacio puede ser aburrido. Si estás empezando, tus Riffs estarán muy lejos de la velocidad de Stevie Wonder.
¿Debes abandonar entonces? De ninguna manera. Siguiendo el proverbio, ¡ir despacio es la mejor manera de tener éxito! El Riff rápido consiste en "dejarse llevar". Sin embargo, cuando hacemos un Riff demasiado rápido, nos tensamos e intentamos "colgarnos" de cada pequeña nota.
Para poder soltarse, tu cuerpo necesita entender primero la coordinación del movimiento. Ir a un ritmo lento puede ayudar a tu mente y a tus cuerdas vocales a entender lo que tiene que pasar. Es importante tener en cuenta, que antes de poder trabajar Riffs, tu voz debe sentirse estable y cómoda, si no es así, mejor consulta con un profesional de la voz si es el momento de probar a hacer este tipo de sonidos (mira siempre por tu salud vocal, podrías lesionarte).
Una vez que estés preparado para ello, puedes probar a trabajar tus Riffs empezando desde velocidades lentas y luego aumentando gradualmente esa velocidad cada día durante una semana. Al séptimo día, ¡suéltate! ¡El control y la precisión estarán ahí! ¡Lento y constante lograrás el éxito!
Comments