Si quieres que te dure muchos años tienes que evitar forzar la voz cuando cantes e incluso cuando hables.
Pero, ¿qué significa forzar la voz? En pocas palabras, forzar es «hacer» algo cuando no tendrías que hacer nada. Cuando deja de pasar, sientes que no te cuesta ningún esfuerzo, como cuando te pones a cantar haciendo broma o tarareando, que todo parece tan fácil. Lo primero de todo es reconocer cuando está pasando. Esto requiere concentración, estar atento a tus sensaciones y entender cómo se comporta tu cuerpo, pero debemos huir de la tensión y el esfuerzo físico.
¿Quieres conocer las claves para evitar forzar la voz al cantar?
1. La famosa respiración La respiración no te sirve para aprender a cantar. De hecho, no te ayuda a mejorar como cantante y ni mucho menos es la base del canto. En lo que sí que te ayuda es en que relajes tu cuerpo y ese es el primer paso para dejar de forzar tu voz. La clave de la respiración en el canto es conseguir no hacer nada diferente en ese sentido cuando cantas y cuando hablas. Es por eso que, a veces, al cantar en público las cosas no salen como querías, porque no estás tranquilo del todo. Cuando te sientas con nervios y tensión, lo primero que necesitas es relajarte un poco.
2. Libera tu voz Pero saber cómo relajarte no lo es todo. Por muy relajado que estés, si tienes costumbre de forzar la voz, sólo con eso no vas a conseguir evitarlo y en cuanto te pongas a cantar de nuevo, vas a volver a forzar. Para evitar forzar la voz al cantar tienes que conseguir liberarla. Liberar la voz se consigue permitiendo que entre en juego tu voz de cabeza, es decir, dejando que suene mucho más ligera y mucho menos tensa. Esto puede resultar muy difícil para algunas personas, sobre todo si lo que quieren es conseguir sonar con más potencia y lo quieren ya.
3. Bajar el volumen Es algo realmente importante. Aunque te parezca que lo has bajado lo suficiente, si aún no eres capaz de conseguir que tu voz suene más ligera, probablemente significa que aún puedes reducir un poco más el volumen. ¡Eh! Reducir el volumen no significa que tu voz tenga que sonar más airosa. Queremos que reduzcas el volumen manteniendo tus cuerdas vocales juntas y reduciendo la presión de aire al exhalar. Por otro lado, no sólo es importante bajar el volumen. Es vital que intentes mantenerlo igual en todo el rango. No queremos que grites en las notas agudas y que en las notas graves casi ni se te oiga. El objetivo es buscar un volumen homogéneo en todo tu rango.
4. No aprietes el abdomen. Recuerda que no necesitas hacer esfuerzo físico para emitir el sonido. Toca relajar la musculatura de tu cuerpo y evitar hacer esfuerzo muscular mientras estás cantando. Con esto no quiero decir que no puedas cantar y bailar a la vez, ya sabes que eso sí puedes hacerlo. Quiero que tomes consciencia de tu cuerpo y sueltes los músculos en los que sientas tensión.
5. Date tiempo y ten paciencia Aunque al principio te parezca que estás haciendo falsete y que no estás obteniendo la potencia que quieres, es necesario empezar por ahí y hacerlo con un sonido más ligero que forzar tu voz. Poco a poco sentirás como vas pudiendo añadir más volumen sin esfuerzo. Sé que esto es duro, sobretodo si tienes actuaciones de manera regular. Es lógico, no quieres retroceder o sonar peor durante un tiempo. Pero es importante que cuando practiques sigas estas pautas, aunque después en los conciertos no lo hagas. Recuerda que en los conciertos tienes que olvidarte de todo y simplemente disfrutar. Y ahora, ¡a poner en práctica todo esto!
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